lunes, 2 de diciembre de 2019

ALEGRÍA









  La alegría es, seguramente, la emoción más deseada. Proviene del latín “alicer o alercis”, que significa vivo y animado , ya que cuando la experimentamos sentimos un estado interno lleno de vigor, agitación y energía. Nos sentimos, animados, con ganas de hacer cosas, de movernos y de emprender alguna acción. Solemos sentirla ante un suceso favorable que nos hace felices y la asociamos al sentimiento de placer.




Su función: Nos dispone a hacer cosas, a relacionarnos y compartir, a tomar iniciativas, a la acción constructiva.


Su energía: Fresca y luminosa, podemos sentirla en todas las partes del cuerpo, especialmente en la barriga y en las zonas superiores … Su energía se expande hacia delante o bien sube hacia arriba en un efecto burbujeante. Es una emoción de tendencia extrovertida, que nos mueve a actuar, a expresar y a compartir con los demás.


Su expresión: Su signo más visible y reconocible es la sonrisa, aunque cada persona puede expresar la alegría de un modo diferente. Las mejillas se levantan, los ojos se entrecierran, el ritmo cardíaco se acelera, y sentimos un estado de ánimo y excitación que puede ir desde muy leve a muy intenso, en función de la persona y del grado de alegría que esté sintiendo en ese momento.


Los grados de la alegría se mueven en una escala que va del punto cero o neutral, que sería la calma (la energía está calmada, sin agitación), a la euforia o máximo grado de alegría (la energía es muy intensa y quiere explosionar). En medio podemos sentir diferentes grados de alegría con mayor o menor intensidad.










Juego educativo

Para fomentar el desarrollo emocional, trabajar la alegría y fomentar el pensamiento positivo

El juego es una dinámica educativa,  que consiste en una reflexión sobre las propias emociones, en concreto sobre la alegría. Se trata de hacer una reflexión sobre aquellas pequeñas cosas que nos hacen sentir alegres, para poder valorarlas y comprender que la felicidad no está en las grandes cosas, sino en las pequeñas cosas del día a día.
La alegría es una actitud positiva que se convierte en emoción y que puede cambiar nuestras vidas, ya que influye en nuestro modo de pensar y de actuar.

Objetivos del  juego para trabajar la alegría: 

  • Enseñar a los niños y niñas a identificar sus emociones positivas.
  • Favorecer la reflexión sobre las pequeñas cosas que nos hacen estar alegres.
  • Fomentar el uso de los pensamientos y actitudes positivas.
Participantes

  Niños y niñas de 10 años en adelante.

Materiales
  • Saco, cartulinas, rotuladores, tijeras, pegamento, gomas, material para escribir y dibujar.
  • Ficha “MIS ALEGRÍAS”

Preparación: Preparamos, cartulinas y demás material.


Explicación: Les explicaremos a los niños y niñas lo siguiente:

 “Todos queremos felices y que las personas que queremos sean felices, a menudo deseamos ser felices pero ¿qué es eso de ser feliz?

 Podemos pensar que estaremos alegres cuando tengamos ese juguete que tanto queremos, cuando nos compren unas zapatillas nuevas, que seremos felices si sacamos buenas notas, o tal vez cuando acabe el curso y estemos de vacaciones, o tal vez podemos pensar que seremos felices cuando seamos mayores y tengamos todo lo que queremos. 

Pero ¿y ahora mismo, justo ahora, somos felices?

  Es muy importante que además de preocuparnos por nuestro futuro, nos dediquemos a ser felices ahora. Además si pensamos bien las cosas, lo que realmente nos hace felices no es tener juguetes nuevos, sino jugar, no es tener zapatillas nuevas sino correr o andar, tampoco es sacar buenas notas sino aprender. Vamos a reflexionar sobre nuestras pequeñas alegrías de cada día que serán las grandes alegrías de nuestra vida.”

A continuación les repartimos la ficha “MIS ALEGRÍAS”, y les dejamos un rato para la reflexión y para completar la ficha. Después de completar la ficha les explicamos lo siguiente: 


“La felicidad como os estaréis dando cuenta, no consiste en grandes cosas, consiste en las pequeñas cosas del día a día, desde una sonrisa de alguien que nos quiere, al momento de jugar con nuestra familia, de estar con los abuelos, jugar con los amigos, etc."

  La felicidad puede ser como un jardín, un jardín puede ser algo muy difícil de lograr, pero un jardín se consigue con pequeñas flores. Cada flor sería una alegría y todas juntas crearían el jardín de la felicidad.
 Ahora cada uno de nosotros vamos a crear nuestro jardín en una cartulina,  creamos cada una de las flores y las ponemos en nuestro jardín.”

Para crear el jardín cada uno tiene que basarse en sus propias alegrías y hacer las flores como quieran, dibujarlas, colorearlas, pegar, escribir, etc.

Una vez terminados los jardines los colgaremos y cada vez que nos sintamos tristes nos servirá para recordar las pequeñas cosas que nos hacen felices.



Actividad: El diario de la alegría

   Los niños deben aprender a pensar en positivo cuanto antes y por eso os sugerimos crear con vuestros pequeños vuestro “Diario de la alegría”, una actividad muy sencilla con la que podréis trabajar la alegríaEs una iniciativa apta para toda la familia.

   La idea es que cada uno de sus miembros se asigne un cuaderno y dedique todas las noches unos minutos a escribir (o a dibujar) lo bueno que ha pasado a lo largo del día.
Puede ser cualquier cosa: la amabilidad del cajero del supermercado, un abrazo de un amigo, un rato jugando en el jardín, un baño de espuma…

  Cada uno deberá identificar sus alegrías diarias y compartirlas con los demás. 
Escribir estos momentos sin dejarlos pasar para que el cerebro por la noche no recuerde lo malo, sino que se vaya a dormir recordando lo bueno. Así las decepciones o los momentos menos agradables quedan fuera de la mente.   

  Al escribirlo el cerebro lo fija en la memoria y esto hará que poco a poco, éste se entrene para fijar su atención en las cosas buenas que nos pasan.





Algunos consejos ...

 La alegría es el motor que mueve la vida. Una emoción fresca, luminosa y cálida, que nos hace ver el lado bueno de las cosas y que nos empuja a sacar lo mejor de nosotros mismos.
 Durante la primera infancia, los pequeños nos darán muestras claras de su alegría y su júbilo.
Tratar de que no pierdan esta cualidad, unida a una visión optimista de la vida, proporcionará a los niños una base sólida que les será de gran ayuda para alcanzar sus objetivos y su éxito personal.
¿Cómo hacerlo? Veamos algunos consejos para educar niños alegres:

1.- Establece una buena base de comunicación:

   Disfrutar con ellos de actividades como el juego, ir al parque o leer un cuento, fomentando momentos para el diálogo y la comunicación, les creará una sensación de satisfacción y seguridad que se prolongará en el tiempo y asentará las bases de una personalidad alegre y optimista.

2.- Presta atención a los valores y a las habilidades sociales:

Nuestra relación con los demás es un pilar fundamental para nuestra alegría.
Desarrollar virtudes como la gratitud, la amabilidad, el respeto o la empatía les hará sentirse más alegres y felices, además de facilitarles el camino de la aceptación social.

3.- Fomenta su autonomía:

  Estimular su independencia potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismo.
Intenta que aprenda a tomar decisiones y fomenta la adquisición de responsabilidades acordes a su edad. Le estarás facilitando el camino a su edad adulta y fortaleciendo su resilencia.



      " Si los niños piensan 
desde pequeños
 en positivo,
   cuando sean mayores 
sabrán encontrar
 el vaso medio lleno
  en lugar de medio vacío
 de forma automática. "



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