La tristeza es la emoción básica opuesta a la alegría.
Es una sensación de falta de alegría y un estado interno de malestar.
Cuando estamos tristes, sentimos decaimiento del ánimo, falta de confianza y sensación de vulnerabilidad.
SU FUNCIÓN: la tristeza es una emoción que invita a la reflexión y nos obliga a detenernos y a prestar atención a algo que nos sucede. Algo que pretende ser visto y atendido para que podamos asimilarlo y transformarlo, El problema es que, como eso duele, solemos esquivarla a toda costa, pero la emoción sigue ahí, llamando a nuestra puerta de vez en cuando hasta que nos dispongamos a verla, sentirla, aceptarla ... para finalmete, dejarla marchar. Pero es una emoción que necesita tiempo y paciencia ...
SU ENERGÍA: es la emoción contraria a la alegría, y si bien la energía de aquélla quería salir, abrirse y expandirse, la energía de la tristeza quiere contraerse, cerrarse y replegarse sobre sí misma. Es una energía introvertida, que nos invita a parar, a reflexionar y a sentir ese dolor.
También tiene su lugar en el cuerpo físico, generalmente un lugar muy interno, donde solemos sentir la sensación de opresión, pesadez, abatimiento, congoja o incluso dolor.
Podemos ubicarla en diferentes lugares de nuestro cuerpo, según el día: pecho, corazón, espalda, piernas ..., pero muchas veces la experimentamos como una presión en el corazón, un nudo en la garganta, una pesadez en los hombros, debilidad y fatiga en el cuerpo, sensación de vacío, falta de vigor, etc ...
SU EXPRESIÓN: su signo más evidente es el llanto y las lágrimas. La expresión facial es de preocupación y seriedad, las cejas se elevan por la parte interior, fruncimos el ceño, los labios descienden y hasta llegan a temblar...
Solemos considerarla una emoción negativa, pero es bueno tener en cuenta que no todo lo que proviene de ella es malo. Puesto que una de sus funciones es permitirnos tomar conciencia y acceder a aspectos profundo de nuestro ser, tanto de nuestro pasado como de aquello que nos trasciende y valorar las cosas que realmente nos importan y tienen sentido. También, al ponernos en conacto con nuestra vulnerabilidad, limitaciones e imperfecciones, a su vez nos conecta con nuestras partes más bellas y humanas, como son la empatía y la compasión por el otro.
¿Cómo íbamos a saber lo maravillosa que es la risa si nunca lloramos? La
tristeza a menudo nos hace reflexionar y ahondar más en nuestros
sentimientos. ¿Por qué nos sentimos tristes? ¿Qué podemos hacer para
evitarlo? Pero cuidado: la tristeza también puede llevar al niño a
perder ilusión y llevarle a la depresión. Siempre, tras un momento de tristeza, debemos intentar que vuelva a aparecer la alegría.
Cuentos Propuestos.
Lágrimas bajo la cama. Ana Meilán
Simón desde bien pequeño es etiquetado con la palabra “llorón” porque lloraba en todo momento.
Simón, harto de que le llamen así, decide dejar de llorar delante de
los demás y de esconder sus lágrimas en un bote debajo de su cama. Todo
el mundo ahora está muy contento con él y con su valentía y su
fortaleza. Simón sigue guardando sus lágrimas y empieza a guardar
también las lágrimas de los demás, hasta que un día se da cuenta de una
cosa muy importante que le cambiará la vida: soltar nuestras lágrimas
sin avergonzarnos de ellas es parte de nuestra felicidad. A partir de
ese momento, Simón ayudará a todos a soltar sus lágrimas y expresar sus emociones.
El ladrón de Sonrisas. Susana Isern
Por la ciudad de los días grises, Adri avanza con un gran saco. Tiene
un aire misterios, parece buscar algo. ¿Quién es Adri? y ¿qué es lo que
busca? Adri es un joven que, con trucos de lo más variado, busca hacer
sonreír a todo aquel que se encuentra en su camino. Todas las sonrisas
conseguidas se convierten en su mayor logro. ¿Quién no ha conocido a
alguien que siempre intenta hacer feliz a los demás? Descubre en las
páginas de este libro una historia llena de ternura que te robará el
corazón
Los sacos de arena. Mireia Canals
La pequeña Ana esta muy triste porque se le ha roto su caja de los
tesoros. Descubre que, cuando un niño está triste tiene que cargar con
un saco de arena, así que se lo lleva con ella a todas partes. Javier,
preocupado, se las ingenia para intentar hacer desaparecer la tristeza
de su hermana y al final, la pequeña aprenderá una gran lección: la
tristeza viene y se va.
Despedida de tristeza . Jorge Gonzalvo
“Normalmente, cuando la Tristeza decide dejar la ciudad, lo hace sin
equipaje ni revistas para entretenerse en el camino.” En su segundo
proyecto, Jorge Gonzalvo y Cecilia Varela narran con sencillez y dulzura
el adiós a la Tristeza, cuando ésta decide irse a otra parte.
Actividades Post-Lectura
1. Hacemos un bote de las Lágrimas
Actividad inspirada en el cuento ” Lágrimas bajo la cama”
Os propongo crear un bote de las lágrimas, para poder poner dentro
distintas emociones y situaciones que nos han ocurrido y nos han hecho
sentir tristes. La idea es que podamos escribir aquello que nos ha
ocurrido, primer paso para la solución es ser capaces de expresar.
Cuando este lleno, vaciaremos el bote y leeremos, veremos de manera
clara que las tristeza como hemos aprendido en el cuento “Despedida de
tristeza” viene y va ; y que una de las mejores estrategias es aprender a
transitar por la tristeza con prespectiva.
2. Hacemos una caja de las sonrisas.
Actividad inspirada en el cuento ” E ladrón de las sonrisas” sabemos
que el mejor antídoto contra la tristeza es la sonrisa, así que os
proponemos que hagáis una caja llena de sonrisas , pequeños papelitos en
los que un lado escribiremos algo que nos haga sonreír/sentir bien (una
anécdota, un chiste, una situación divertida, un recuerdo etc) y en el
reverso dibujaremos una gran sonrisa. Cuando nos sintamos tristes,
desanimados, podemos ir a la caja de la sonrisas y buscar una /varias
sonrisas
3. La Rueda de las opciones.
Los que me seguís sabéis que esta es una herramienta que me encanta y
que me parece muuy efectiva para la gestión emocional, en este caso os
propongo hacer una rueda de las opciones de la tristeza, es decir pensar
qué podemos hacer para sentirnos mejor cuando estamos tristes: cada uno
hará su propia rueda con sus propias estrategias: pedir un abrazo,
llorar, escuchar música, ir a ver a un amigo… después dibujaremos la
rueda y pondremos cada una de las estrategias que podemos hacer,
plastificamos y guardamos para cuando sea necesario .
La tristeza se puede manifestar en los niños de forma similar que en
los adultos sin excepción, otras veces esta emoción puede presentarse de
manera más sutil. Sea como sea, el niño puede experimentar cambios bruscos de comportamiento y los padres han de estar atentos a cómo actúa el niño.
El niño puede sentirse apático,
decaído, llorar por todo, solo quiere dormir, no querer comer, hablar
poco cuando es un niño que le gusta hacerlo…. O por lo contrario,
podemos ver que está ansioso, no puede dormir o duerme mal y come en
exceso.
Cuando se le quita importancia a la tristeza
Los niños pueden sentirse tristes debido a diversos acontecimientos como pueden ser:una mudanza, un cambio de colegio, un viaje largo de alguno de los padres, la muerte de su mascota, etc. A los padres no les gusta ver a sus hijos tristes, ni pasar por este tipo de situaciones. Por eso, tratan de evitar que se sienta así en vez de buscar la manera efectiva para hablar de la tristeza y poder ayudarles.Por tanto, restándole importancia a cuando los niños sienten tristeza no se consigue ayudarles, sino todo lo contrario. Lo que se consigue es empujar a los niños al silencio, a no confiar en sus padres y a que se “alejen”.
Consejos para ayudar al niño a combatir la tristeza
Es importante que los padres ayuden a sus hijos a entender lo que siente. Que aprendan a reconocer los estados de ánimo que padecen y sepan expresarlos con palabras. Para ello, es importante que:
- No se tenga miedo de reconocer la tristeza. Estar
triste es un estado de ánimo al igual que otras emociones. Se debe explicar al
niño que a pesar de ser una emoción que no nos gusta es normal sentirse
así y que todos padecemos este sentimiento alguna vez cuando perdemos
algo, nos sentimos solos o rechazados.
- Los padres no oculten su tristeza.
Los niños aprenden del ejemplo y de las expresiones emocionales de sus
padres. Por tanto, para ayudar al niño a combatir la tristeza, es
importante que los padres les expliquen por qué se sienten tristes para
que tengan ejemplos de experiencias cuando sean ellos los que se sienten
así.
- Ayudar al niño a identificar sus sentimientos.
Muchas veces los niños están confusos y se expresan de manera agresiva
mediante empujones o golpes. La tristeza va muchas vece de la mano de la
ira y la frustración. Los padres deben hablar con los niños para
ayudarles a identificar este sentimiento, dejándoles espacio si lo
necesitan. Ayudarles a que se desahoguen pero enseñándoles a hacerlo con
respeto.
- Escuchar. Es importante que se sienta escuchado y que sepa que tiene un espacio y un tiempo para explicar cómo se siente.
- Utilizar los abrazos. Ayudan a que el niño se sienta bien además de reducir la tensión y aumentar su autoestima.
- Hacer una lista con las cosas buenas que tiene. Ayudará al niño a ver todas las cosas buenas que tiene alrededor para combatir su pesimismo.
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